Investigadores australianos están acelerando las pruebas en humanos a gran escala, para ver si una vacuna utilizada durante décadas, para prevenir la tuberculosis puede proteger a los trabajadores de la salud de COVID-19, anunciaron el viernes.
El ensayo de la vacuna BCG se llevará a cabo con 4.000 trabajadores de la salud en hospitales de Australia para determinar si puede reducir los síntomas de COVID-19, dijeron los investigadores del Murdoch Children's Research Institute en Melbourne.
"Aunque originalmente se desarrolló contra la tuberculosis, y aún se administra a más de 130 millones de bebés anualmente para ese propósito, BCG también aumenta la inmunidad de los humanos en la primera línea, entrenándola para responder a los gérmenes con mayor intensidad", dijeron en un comunicado.
"Esperamos ver una reducción en la prevalencia y gravedad de los síntomas de COVID-19 en los trabajadores de la salud que reciben la vacuna BCG", dijo el investigador principal Nigel Curtis.
Dijo que los 4.000 sujetos se inscribirán en el estudio dentro de semanas bajo un proceso acelerado con la aprobación de las autoridades de salud estatales y federales. "El reloj definitivamente está corriendo", dijo.
Se están realizando ensayos similares en varios otros países, incluidos los Países Bajos, Alemania y el Reino Unido.
"Este ensayo permitirá evaluar adecuadamente la efectividad de la vacuna contra los síntomas de COVID-19 y puede ayudar a salvar las vidas de nuestros heroicos trabajadores de atención médica de primera línea", dijo Kathryn North, directora del Instituto Murdoch.
Ella dijo que la esperanza era mejorar la inmunidad "innata" de las personas contra los síntomas de COVID-19 ganaría tiempo para desarrollar una vacuna específica contra la enfermedad.
"Estas pruebas permitirán el avance rápido de los candidatos más prometedores para la práctica clínica, dándonos la mayor cantidad de disparos a gol contra COVID-19 como sea posible", dijo.
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